Habitual ya en estas Jornadas de Montaña de Protección Civil, el vizcaíno Alex Txikon vuelve a Arnedo para contarnos en esta ocasión su intento de ascenso al Everest (8.848 metros) en invierno y sin oxígeno artificial. Un reto nunca antes intentado y de magnitud semejante al del año pasado en el que junto a Simone Moro y Ali Sadpara completaron con éxito la primera invernal sin oxígeno al Nanga Parbat (8.126m).

Su relevancia como escalador y su poder de convocatoria dejó a bastante público fuera del salón de actos de la Casa de Cultura tras completar su aforo máximo. Y no fue para menos, ya que Txikon nos volvió a poner los pelos de punta con sus relatos y las sensaciones vividas en la cara sur del Everest sufriendo vientos de más de 70km/h y temperaturas de menos de 40 grados bajo cero.

Acompañado por Carlos Rubio, Aitor Bárez y Pablo Magister, el objetivo de la expedición era también grabar una película de cine que mostrara los aspectos más humanos de la gesta con imágenes únicas. Dirigida por Bárez y coproducida Avista Multimedia, Onza Entertainment, Atresmedia y el propio Alex Txikon, el film "Everest: un reto sobrehumano" se proyectará también en Arnedo en breve, tal y como nos avanzaban en primicia la presidenta de Protección Civil, Nuria Pérez-Arádros, María Jesús Gil de Muro concejala del Ayuntamiento de Arnedo y la empresa Maspormenos.

Tras 74 días de expedición entre diciembre de 2016 y marzo de 2017, con la ayuda de dos equipos de sherpas y varios intentos de llegar a la cumbre, finalmente no pudo ser. Las dificultades que ha presentado el Everest no lo permitieron a pesar de conseguir llegar en dos ocasiones al Collado Sur, donde lograron equipar el campo 4 a ochomil metros y punto desde el que se sale hacia la cima en la última jornada de escalada.

El repetido paso y equipamiento de la Cascada del Khumbu y del Valle del Silencio entre el campo 1 y campo 2, la evacuación de Carlos Rubio por problemas de aclimatación y otras dos bajas más, la caída a una grieta sin muchas consecuencias y alguna avalancha, constituyeron los pasajes críticos de la expedición, unido sin duda a los incesantes y fuertes vientos, con rachas de 140 kilómetros por hora, que destruían campamentos y cuerdas fijas que el vizcaíno y sus sherpas equipaban una y otra vez a temperaturas por debajo de -40ºC.

"Esta montaña en invierno ofrece mucho, mucho respeto y tampoco debemos cometer locuras que luego no podamos contar: lo cierto es que el Everest no se va a mover de sitio; habrá más oportunidades y entonces yo volveré de nuevo a intentarlo de la manera más pura" y "como responsable de la expedición no debo poner en peligro la vida de mis compañeros... y tampoco la mía"... Con frases como estas comunicadas desde el campamento base, Alex daba por concluida la expedición con la que pretendía convertirse en el primero en subir al Everest en plena temporada invernal y sin hacer uso de oxígeno artificial.

A fecha de hoy continúan las gestiones logísticas y de financiación para tratar de volver a repetir la expedición este próximo invierno con todo lo aprendido. Ojala lo consiga y venga el año que viene a contárnoslo.

Fotos: Ramón Fernández.